Cuando se juntan dos médicos divertidos, atrevidos y con sentido del humor salta la chispa. Por un día le dieron un “twist” a sus diagnósticos y recetaron “Happy Pills” (píldoras de la felicidad) a todos sus invitados. Su botica estaba repleta de amigos, familia y ganas de celebrar. Mesas interminables que jugaban con tonos delicados, cientos de bombillas al caer la tarde, piedras con mensajes y una acuarela como hilo conductor. Una atmósfera deliciosa y unas madres para hacerles un monumento. Deseaban tanto ese día…