Una pareja que quiso desde el principio hacer partícipe sus raíces en uno de los días más importantes de sus vidas. Se casaron en una pequeña iglesia del sur de Gran Canaria y lo celebraron en lo alto de la montaña rodeados de pinares y con los olivos a sus pies. Luces de película, flores en tonos blancos, rosados y fresas, ramas de olivo de su finca y decenas de detalles que formaron parte de un todo. También lugares para el recuerdo, escenarios mágicos y un photocall que fue escenario de besos de película y telón de fondo de comediantes. Toda una fiesta en la que pusieron tantísimo cariño…el mismo que ponían en cada una de nuestras reuniones y en el momento en el que nos despedimos y les deseamos que siguiesen tan felices. Viva el amor, los novios y sus invitados. Con este cóctel perfecto, y retratado por José Novelle, empezamos. Esta primera imagen habla de nervios, de ilusión, de recuerdos, de felicidad… ese cara a cara de una novia ante el espejo antes de empezar un sueño.